Thomas Senkel realizó un pequeño experimento. Su vuelo fue sobre 16 pequeños helicópteros. Quedar suspendido en el aire no es tan fácil como parece.
Elevándose por un minuto para luego descender éste experimento que sólo parecen ser hélices es un prototipo que no es capaz de volar en distintas direcciones. Tal y como se observa en el vídeo, la idea es bastante extraña.
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